¿Cómo puede una pyme acceder a fuentes de financiamiento bancario?

Por: Dunstan Oriel Torres Hernández

Las pequeñas y medianas empresas o pymes son un motor de crecimiento y empleo, por lo que constituyen la columna vertebral del espíritu empresarial a nivel mundial. En la economía de cualquier país son reconocidas como importantes contribuyentes al Producto Interno Bruto (PIB).

A pesar de que algunas pymes no requieren una gran inversión inicial, es imprescindible señalar que pueden requerir ayuda financiera para comenzar a funcionar. El financiamiento puede ayudar a soportar el pago inicial en una ubicación, el sueldo de los empleados o el equipo comercial que su operación necesita para tener éxito.

Debido a su contribución a la economía, en años recientes la asistencia financiera para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas es una tendencia del sector. Pese a ello, muchas pymes siguen enfrentando la ausencia de financiamiento bancario adecuado y oportuno, así como a la falta de disponibilidad de tecnología adecuada que limita su modernización y expansión.

Este sector está impulsado por la creatividad e innovación de sus emprendedores. Reiteradamente, su primera opción para financiar su pequeña y mediana empresa es utilizar ahorros personales; esto incluye sus cuentas de cheques, ahorros, jubilación e inversión. Algunos inversionistas también usan sus cuentas de tarjetas de crédito personales o las solicitan para ayudar a pagar los costos iniciales.

Hay que tener claro que las pymes son formas de organización económica en actividades industriales y de servicios cuyo control está en manos de una persona o un grupo que influye decisivamente en el estilo de gestión, conducción o manejo.

Estudios señalan que la principal restricción para el acceso a financiamiento por parte de las pymes en México es la tasa de interés, seguida por los trámites burocráticos y, por último, las garantías. Esto se debe a que este tipo de empresas no cubren los requisitos que les piden, pues la aversión al riesgo por parte de las instituciones financieras es alto.

Cabe destacar que, en el caso mexicano, muchas pequeñas y medianas empresas no cumplen los requisitos que les exige la banca para recibir este tipo de financiamientos, por lo que tienen que recurrir a financiamiento por parte de proveedores y familiares. La deficiente información de las pymes proviene, muchas veces, de la estructura poco profesional de la empresa, cuyos sistemas de información son rudimentarios, finanzas de la empresa y del empresario suelen estar confundidas y la existencia de la actividad es informal. Esta desfavorable situación hace que ni siquiera intenten acercarse a las instituciones financieras y que estas tengan que rechazar a una buena parte de las solicitudes de crédito.

Las pymes que pretenden acceder al financiamiento bancario deben considerar los siguientes requisitos:

a) Revisar todas las políticas de operación y, por consiguiente, la formalización de sus actividades.

b) No depender de un solo cliente.

c) Buen historial crediticio de los accionistas mayoritarios y de la empresa, con la finalidad de garantizar un flujo de crédito oportuno y adecuado (voluntad de pago).

En un mundo donde la competencia está al lado de la guerra, los desafíos de la globalización y la liberalización del comercio han abierto nuevas oportunidades y desafíos para las pequeñas y medianas empresas. En la actualidad, la mayoría de las pymes en México no ha podido aprovechar los beneficios de la globalización por falta de conocimiento y educación financiera; además, con frecuencia enfrenta presiones en los mercados internos debido a importaciones más baratas y la competencia extranjera.

Las pequeñas y medianas empresas requieren marcos favorables y métodos de focalización que motiven la acción y el progreso, ya que no hay forma de que una economía orientada funcione adecuadamente sin un sistema legal que garantice el cumplimiento de las leyes. Las instituciones financieras, ante todo, tienen que proteger el ahorro de la sociedad. Leyes que protejan prioritariamente al acreedor con costos y tiempos de ejecución razonables son condiciones para la bancarización.

Ante esto, el gobierno federal en México debe implementar programas y políticas para apoyar a este segmento de empresas; de este modo, apoyar la generación de empleos y aumentar el crecimiento económico. En nuestro país, la adecuación de los marcos fiscales y laborales son condiciones indispensables para frenar el crecimiento de la informalidad y, posteriormente, formalizar a miles de empresas que operan completa o parcialmente fuera de la ley. En este sentido, el gobierno federal debe utilizar garantías gubernamentales y otras medidas para el acceso financiero sostenible, y con ello reducir riesgos y costos en las instituciones financieras, ya que los nuevos requisitos de capital y las regulaciones bancarias impuestas a las instituciones financieras en todo el mundo están dificultando y encareciendo aún más el financiamiento para el sector pyme.

La historia muestra una buena coordinación entre el gobierno, las instituciones financieras y los empresarios, lo cual genera un entorno institucional para que las pymes sean actores globales.

En un hecho que algunas naciones han impulsado medidas para apoyar el desarrollo de soluciones basadas en tecnofinanzas (fintech) como una forma de aumentar la inclusión financiera de las pymes. Las fintech son empresas que utilizan la tecnología para mejorar los procesos de solicitud y otorgamiento de financiamiento pyme. Muchas se centran en facilitar a los emprendedores el acceso al crédito, al igual que a dueños de pequeñas y medianas empresas con el fin de que puedan impulsar su negocio. Esta fuente de financiamiento parece ser vista como una oportunidad para motivar su acceso al financiamiento.

Es indudable que el impulso que se le debe dar al sector de las pequeñas y medianas empresas se debe basar en la expansión de los servicios financieros, ya que el mercado cuenta con un potencial muy grande que no alcanza a cubrirse del todo. Las pequeñas y medianas empresas son el motor de la economía, por lo que deben adoptar el cambio para sobrevivir y encontrar un lugar para sí mismas en el entorno competitivo mundial.

El cambio más importante que se necesita es la actitud de los interesados y la mentalidad de las instituciones que participan en la tarea del desarrollo de este sector. Deben realizarse esfuerzos para aprovechar al máximo las oportunidades, ya que no hay forma de que un país que dedica apenas un poco más de una décima de punto porcentual del PIB a financiar la formación de capital de sus pymes pueda aspirar a modernizar ampliamente su economía, elevar el valor agregado de sus exportaciones, aumentar su competitividad ni crecer sostenidamente en niveles compatibles con el incremento del nivel de vida de su población.

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