rentabilidad del negocio

La Rentabilidad es el indicador correcto para medir a las empresas

Por Mtro. Andrés Rodríguez Leos.

La medición del éxito de los negocios sin duda es uno de los temas que más interesa a los empresarios y administradores, ya que a través de esto se puede determinar si la empresa va por buen camino o no. ¿Cuál es la forma correcta de medir el éxito financiero de las empresas?

Muchas compañías han optado por tener como referencia de éxito y crecimiento «las ventas”, ya que sin duda no hay empresario que no sepa a cuánto ascendieron sus ventas el año pasado e incluso el mes pasado, es un dato que se tiene siempre actualizado y presente ya que se ha vuelto el principal indicador en el cual se basan las estrategias y reconocimientos; sin embargo, éste dato no es preciso respecto al éxito.

Si tuviéramos que definir qué son las ventas de una forma simple, podríamos decir que son el número de productos y/o servicios que las empresas ha comercializado en un periodo determinado, pero ¿esto es bueno o es malo?, la respuesta no la sabemos, ya que los datos parecen insuficientes. Imagine que una empresa vende $1’000 mm; sin embargo, tiene egresos por $ 1’300 mm ¿le fue bien a la empresa?, la realidad es que tuvo una pérdida del 30% respecto a sus ventas.

Por otro lado, algunos otros pocos empresarios no sólo están interesados en las ventas, sino en otro indicador que les da más información acerca del éxito de su empresa,  “la utilidad”, ya que tienen claro que vender mucho sin ganar, no es negocio, por lo que cuando se realizan los análisis de resultados se puede escuchar a empresas hablar de ganancias de millones de pesos, lo cual pone contento a dueños y empleados, ya que éste dato a diferencia de las ventas es más palpable.

Sin embargo, si analizamos de una forma más puntual el significado de la utilidad podremos definirlo como la cantidad residual que las empresas tienen por realizar la comercialización de sus productos y/o servicios y pagar los costos, gastos e impuestos, por lo que debemos preguntar ¿una empresa es buena porque gana mucho?, la respuesta es difícil de responder ya que nuevamente nos hacen falta datos. Imagine una empresa que gana $1’000 mm, pero para poder ganar ésta cantidad tuvo que realizar ventas por $100’000 mm, es decir, sus utilidades representan sólo el 1% de sus ventas, por lo que ahora nos preguntamos ¿para quién está trabajando la empresa?, ¿para los empleados?, ¿para el banco? o ¿para el fisco?, ¿para quién?

Lo anterior, nos hace entender que ganar mucho tampoco es señal de que una empresa es exitosa, por lo que ahora debemos hablar del verdadero concepto que mide el éxito a las empresas: “la rentabilidad”. La podemos definir como la justificación de que un negocio se a negocio, o en otras palabras que lo que gana el empresario justifique el riesgo que éste corre al poner una empresa.

La definición anterior nos hace darnos cuenta que no todos los negocios son negocios, aun cuando éstos vendan e incluso obtengan utilidades.

En términos de rentabilidad existen dos mediciones:

  1. El Margen. Es el resultado de la eficiencia en la operación de la empresa que depende de la optimización, a diferencia de la utilidad que no es otra cosa que el remanente de las ventas después de cubrir los costos, los gastos, los impuestos.
    Mide la proporción en términos relativos de la utilidad contra la venta que le dio origen, el margen puede aumentar o disminuir dependiendo de los porcentajes de costos o gastos, por ello es importante tener claro que las promociones y descuentos tienen una afectación directa en el margen de la empresa y por ende en la rentabilidad.
  2. El ROE, conocido así por sus siglas (Return of Equity), es decir, rentabilidad sobre el capital o rentabilidad de los accionistas, se refiere a la tasa que reciben sobre su capital invertido, la cual debe ser atractiva, suficiente y premiar el riesgo.

Es importante señalar que la inversión de los accionistas y la deudas bancarias son fuente de financiamiento; sin embargo, los bancos realizan un extenuante evaluación para definir la tasa que cobrarán, además de exigir garantías y cobrar intereses con independencia del resultado que tenga la empresa.

Por su parte, los accionistas invierten sin garantías y solo ven ganancias (rendimientos) si hay utilidades, es decir, el capital de ellos corre más riesgos que la banca al financiar la empresa, por tal motivo, los accionistas deben considerar como fuente de comparación la tasa bancaria, pero a la que cobran los bancos no a la que pagan.

En conclusión, las empresas no son buenas porque vendan mucho, tampoco por que ganen mucho, sino porque sean rentables.

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