Perspectivas del sistema financiero mexicano para el año 2021

Por: Dunstan Oriel Torres.

México se encuentra entre las 15 economías más grandes del mundo y es la segunda economía más grande de América Latina. El país depende, en gran medida, de Estados Unidos, su mayor socio comercial y destino de casi el 80 % de sus exportaciones.

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el desempeño económico de México se deterioró en 2020 debido a la pandemia por COVID-19. mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo aproximadamente un 9 % en 2020, debido al brote.

Como resultado de las medidas de contención y las jornadas de distanciamiento social, el mayor desafío para el sistema financiero se materializó en el riesgo de liquidez. Sin duda alguna, la COVID-19 ha sido una prueba de resiliencia financiera, operativa, organizacional y del modelo de negocios de las instituciones financieras, ya que generó impactos importantes:

  • Recortes en la tasa de interés que provocaron menores ingresos para las instituciones financieras.
  • La contracción económica redujo los ingresos para las empresas y, en consecuencia, los de la población, lo que ocasionó incrementos en los índices de morosidad en el cobro de los créditos.
  • Incremento importante en los costos, derivado del aumento de fraudes y riesgos cibernéticos.

En nuestro país, la Asociación de Bancos de México (ABM) lanzó rápidamente programas de apoyo para empresas y particulares en la búsqueda de mitigar el impacto económico de la pandemia. El Banco de México jugó un papel fundamental, pues extendió el apoyo de liquidez contra el programa de aplazamiento de pagos, proporcionando garantías y otras medidas de mitigación.

Conforme la ABM, el programa de aplazamiento de pagos ofrecido por el sistema financiero mexicano en el mes de abril de 2020 hizo posible controlar la tasa de morosidad por el cobro de créditos a empresas y personas. Un total de 8.3 millones de créditos fueron incorporados al programa de diferimiento de pagos de intereses y capital a plazos entre cuatro y seis meses como parte de las medidas de apoyo a los usuarios afectados por la pandemia por COVID-19.

De acuerdo con la agencia Moody’s, la tendencia de 2020 en el sistema financiero mexicano continuará durante 2021 con perspectivas negativas, dado que la actividad económica tardará más de dos años en alcanzar los niveles prepandémicos, ya que se encuentra presionada por una demanda interna lenta, aunque parcialmente mitigada por un ritmo de recuperación más rápido de la economía estadunidense.

México se enfrenta a un panorama complejo, en el que la recuperación económica pospandemia será clave para garantizar la atención a su población. Asimismo, señala que la necesidad de crédito en el país sigue latente, sin embargo, los índices de penetración bancaria seguirán siendo bajos, ya que los créditos se orientarán hacia actividades esenciales.

Según Standard & Poor’s Global Ratings, la recuperación económica tomará más tiempo en México, debido a las debilidades económicas que ya existían, a los bajos niveles de inversión y a que la demanda de crédito se mantendrá moderada. Además, la economía mexicana seguirá contrayéndose y la recuperación en 2021 será débil (con un crecimiento del PIB real de aproximadamente 3.7 %). Adicionalmente, hace mención a que las tasas de interés continuarán a la baja, por lo que rentabilidad de las instituciones financieras se verá mermada.

En relación con los análisis procedentes, las afectaciones económicas ocasionadas por la pandemia de COVID-19 continuarán. Se estima que el año en curso esté inmerso en un alto grado de incertidumbre y riesgos, así como en la falta de estímulos fiscales que incentiven su recuperación. Ante esta perspectiva, durante el 2021 muchas empresas y personas han renegociado y reestructurado sus créditos con la finalidad de preservar su liquidez; si bien este tipo de negociaciones están resultando fundamentales, lamentablemente habrá negocios que no podrán continuar en marcha y parte de la población no podrá incorporarse al mercado laboral o volver a tener el mismo nivel de ingresos. En relación con este tema, según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, los índices de tasa de morosidad o cartera vencida continuarán presentando aumentos generalizados, ya que el incumplimiento de pagos será una realidad ineludible.

Con la finalidad de lograr una rápida recuperación económica en nuestro país, es imprescindible la colaboración entre las instituciones financieras que integran el sistema financiero mexicano y las autoridades federales. Los datos duros muestran que la rentabilidad de las instituciones financieras en 2020 claramente se vio disminuida, no obstante, los índices de cobertura de créditos y de capitalización presentaron solidez. A pesar de las cifras y tendencias, es un hecho que la crisis generada por la pandemia ha abierto nuevas oportunidades, pues el distanciamiento social aceleró la agenda de la transformación digital. Bajo este contexto, las instituciones financieras que inviertan oportunamente en la transformación digital y cuenten con una menor concentración de crédito, serán los que presenten mejores resultados a lo largo de 2021.

Síguenos en Facebook

Contenido recomendado:

Los comentarios u opiniones contenidos en los artículos publicados en Soy Conta, son responsabilidad de su autor, pudiendo ser distintos a los criterios dados a conocer por las autoridades fiscales; tampoco representan una asesoría, consejo o prestación de servicios de ninguna índole. 2018. Se prohíbe su reproducción total o parcial.

error: Content is protected !!