¿Qué es una administración de riesgos?

Por Jorge Alonso Ramírez Vega

Hoy en día, se habla demasiado acerca de los riesgos y es un tema tan extenso que aplica en diferente medida para cada una de los giros a que se dediquen las empresas, ya se trate de servicios, transformación, extracción, rubro financiero, logística, etc., todas ellas tienen en común, “su interés en reducir o eliminar los riesgos a los que se encuentra la organización”, pero ¿cómo podemos llevar a cabo una efectiva administración de riesgos?

Te invitamos a hacer un breve análisis de tu organización. ¿Alguna vez se ha propuesto una metodología en consideración u operación enfocada a la gestión de riesgos? ¿Qué hace eficiente y operativa una administración de riesgos aceptable? En realidad, no existe fórmula mágica para hacerlo, pero sí metodologías y conceptos que hacen la tarea más sencilla.

   Primero comencemos por definir el “riesgo”. La definición más próxima que podríamos dar es, en términos estadísticos (medición) la siguiente:

  • Un riesgo es la combinación de la probabilidad de que se produzca cualquier evento y las consecuencias negativas.
  • ¿Cómo administrarlo o a qué nos referimos con administrarlo?

Bastaría con decir que es el procedimiento (automatizado o manual) para identificar, analizar, medir, vigilar, limitar, controlar, revelar y dar el tratamiento a las actividades expuestas de cualquier compañía.

Como se comentó en la parte anterior, existe una gran variedad de riesgos y dependen mucho de la actividad de la organización, pero en términos generales consideremos los siguientes como los más comunes:

  • Riesgo de Crédito. Podemos definirlo como la pérdida potencial por la falta de pago de un deudor en alguna de las operaciones. ¿Cómo lo administramos? Puede ser con diferentes variables y según nuestra operación, algunos consejos podrían ser:

a) Con un estudio a conciencia del historial de pago.

b) Con pedimento de garantías y/o avales (recordar que también se requiere un estudio profundo).

c) Con un estudio financiero y legal del deudor (razones financieras y constitución en general).

  • Riesgo de Liquidez. Es la probabilidad que se tiene de no cumplir con todas las obligaciones financieras que se tienen en el corto, mediano y largo plazo, o una posible dificultad para renegociar las mismas. ¿Qué podemos considerar en este caso?

d) El nivel de apalancamiento; al igual que en una persona física, éste no debe exceder el 30%, sin embargo es manejable, dependiendo de los flujos de efectivo.

e) La relación y análisis de la tesorería incluyendo flujos presentes y con temporalidad (corto y mediano plazo).

f) Operatividad con los clientes.

  • Riesgo de Mercado. Es la pérdida que se tiene que afrontar por cambios bruscos en los factores o variables relacionadas con la operatividad, por ejemplo, tasas de interés, tipo de cambio, decisiones de política económica nacional, entorno económico internacional. ¿Cómo afrontarlo?

g) Si tenemos compromisos económicos en moneda extranjera, es conveniente realizar operaciones tope o vía contrato y no en fluctuaciones superiores que pudieran afectar el margen financiero.

h) Lo ideal es pactar que la tasa de interés de las líneas de sobregiro no sobrepasen un “spread” máximo condicionado.

i) Si la operación depende también de commodities (normalmente cuando se habla de commodities, se habla de materias primas o bienes primarios, destacando por ejemplo el trigo, que se siembra en cualquier parte del mundo y que tendrá el mismo precio y la misma calidad) es factible considerar cobertura vía derivados.

  • Riesgo Legal. Éste es uno de los más sensibles porque no se tiene una base estadística o cualidad cuantitativa para cuantificar las posibles pérdidas por cualquier demanda mercantil, laboral o contingencia legal. ¿Cómo le damos seguimiento?:

j) Es sumamente importante estar siempre en contacto con el área legal acerca de las demandas vigentes o posibles demandas de cualquier índole para poder generar estimaciones de pérdida y valoración, además de dar seguimiento hasta el final de los juicios.

k) Tener una efectiva asesoría, altamente confiable (en dado caso que no sea interna el área legal) acerca de cualquier litigio.

  • Riesgo Operativo. Es otro de los más importantes, del cual podríamos generar una base estadística y de seguimiento para hacer de él algo “común” que siempre reciba respuesta efectiva.

Éste tipo de riesgo es la pérdida que la organización tendría por fallas o deficiencias humanas o por sistemas en la transmisión de la información. ¿Cómo administrarlo?

l) Con un sistema de control interno (metodología) efectivo que contenga información y documentación actualizada acorde con las actividades de cada área.

m) Mediante la programación adecuada de todos los sistemas que intervienen en la generación de la información y su efectiva transición hasta generar la información financiera.

Existen más riesgos que podrían ocasionar posibles pérdidas para la organización, pero con la perfecta delimitación de una metodología de control interno y la conjunción de las áreas internas (Riesgos, Control Interno, Legal, Auditoría, TI, etc.) se puede llegar a las 5 respuestas básicas con respecto a cómo afrontar los riesgos, ellas son:

  1. Aceptar
  2. Rechazar
  3. Compartir
  4. Eliminar
  5. Disminuir

¿Cuál de ellas consideras que representa un problema para tu organización?

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