Seguro de desempleo: un equilibrio para las finanzas personales

Por: Jorge Arturo Jiménez Sierra.

Es preocupante la situación de quienes se han quedado sin empleo por la pandemia a causa de COVID-19, particularmente cuando hay deudas por cubrir a la brevedad. Este factor tomó por sorpresa a muchas personas, por tal razón, es necesario cuidar las finanzas antes, durante y después de superar el desempleo.

Cuando una persona se encuentra sin empleo, cambia su actitud y nivel de vida al que estaba acostumbrado. Para reincorporarse a un empleo ideal, normalmente transcurre un largo plazo, y es posible que su salario sea igual o más bajo que el del empleo anterior.

México incorporó a su legislación siete de los nueve aspectos considerados como mínimos por el convenio 102 con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre seguridad social; estos son la asistencia médica; las prestaciones monetarias por enfermedad, vejez, en caso de accidentes del trabajo y enfermedad profesional, de maternidad, por invalidez y para sobrevivientes; no fueron consideradas las prestaciones por desempleo ni familiares.

La Ciudad de México es pionera en el país con la aplicación del programa social Seguro de desempleo, cuya implementación se rige por la Ley de Protección y Fomento al Empleo para el Distrito Federal y su aplicación corresponde a la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo del Gobierno de la Ciudad de México. El incentivo económico es equivalente al valor mensual de la unidad de medida y actualización por un total de 2 mil 274 pesos mensuales hasta por dos meses; además, busca incentivar la reinserción laboral de las personas a través de capacitación y una bolsa de trabajo. Para acceder, seben cumplir los siguientes requisitos:

  • Tener entre 18 y 67 años con 11 meses.
  • Haber perdido involuntariamente el empleo después del 1 de enero de 2019.
  • Vivir y haber laborado durante un periodo mínimo de seis meses acumulados entre 2019 y 2021 en una empresa con domicilio físico y fiscal en la Ciudad de México.
  • Ser buscador activo de empleo.
  • Registrarse en la bolsa de trabajo del Servicio Nacional de Empleo.

Por otra parte, la Ley del Seguro Social vigente considera, en su Artículo 191, un retiro parcial por situación de desempleo que suele confundirse con un seguro, pero que en definitiva no lo es, aunque permitirá subsistir al menos en el corto plazo.

Las consecuencias que puede traer consigo el retiro de recursos de la Afore por desempleo representan una seria desventaja para el futuro del trabajador, entre las que se encuentran la pérdida de las semanas de cotización ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la cantidad de dinero que podría tener disponible para su retiro. Y es que, tomando como base la fórmula que utilizan las autoridades para determinar la pensión, menos semanas cotizadas otorgan un monto menor de pensión.

Los créditos hipotecarios son deudas a largo plazo; el seguro de desempleo, por lo general, forma parte de un paquete que las instituciones financieras otorgan con estos, es decir, la mayoría de las veces su costo va incluido en el pago mensual del crédito.

Cada banco establece sus propios requisitos y políticas para hacer válido este seguro. Entre las exclusiones que suelen marcar los bancos destacan que el trabajador haya presentado su renuncia voluntaria o abandonado el empleo, que sea acusado de un fraude o robo, o haya sido separado de su puesto a causa del consumo de drogas. En su mayoría, los seguros de desempleo solo aplican para personas asalariadas, no para trabajadores independientes.

Para sortear la crisis, Up Sí Vale, en alianza con INTER protección, crearon el primer seguro de desempleo del mercado: Despensa Segura.
Este programa es el primero en su tipo; se desprende de una tarjeta de prestaciones de previsión social —como la despensa— que busca apoyar a los colaboradores que, por causas ajenas a su voluntad y sin responsabilidad alguna, pierdan su empleo. El seguro puede ser contratado por las empresas para sus colaboradores por un monto de cobertura de entre mil y 3 mil pesos mensuales y por hasta por tres meses, dependiendo del tipo que contrate la empresa.
Otra cobertura de desempleo es la diseñada por HSBC y AXA; en caso de pérdida de ingresos por terminación involuntaria de la relación laboral, AXA pagará la suma asegurada mensual para desempleo básico involuntario, es decir, hasta 3 mil pesos, y por desempleo integral, hasta 4 mil pesos, ambos durante tres meses.

La aseguradora ABA-Chubb también ofrece el seguro de desempleo involuntario o invalidez, protección que el contratante puede recibir con un apoyo financiero temporal; para conocer los montos y las condiciones, se debe contactar a un agente de seguros de la compañía.

Por último, México requiere alinear sus coberturas a los estándares internacionales. La experiencia vivida en 2020 y los primeros meses del 2021 con motivo de la pandemia en el país ha evidenciado su prioridad y se requiere que sea incorporado a nuestra legislación un seguro de desempleo con recursos financieros al nivel de cada empleado, con el cual atender emergencias financieras de la población activa.

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