¿Qué es la Inflación?

Por: C.P.C. Alberto Copado.

Al referirnos a la inflación, necesariamente debemos conceptualizar varias figuras que se interrelacionan y se repelen entres sí:

Así la variación de precios depende básicamente de dos factores: oferta y demanda, es decir, de la relación que existe entre los precios de bienes y servicios, y las ventas de los mismos, esta relación genera tres leyes básicas:

Si la demanda excede la oferta, el precio aumenta
Si la oferta excede la demanda, el precio disminuye
Si disminuye el precio aumenta la demanda y disminuye la oferta
En una competencia perfecta todo el producto se vende y la demanda queda satisfecha

Los precios no dejan de subir, son una variable latente así que las economías buscan políticas para estabilizar sus precios.

Así pues, la inflación es un fenómeno en el aumento generalizado, sostenido y constante del nivel general de precios, que ocasiona un aumento en el valor de las mercancías y servicios, así como baja del poder adquisitivo de la moneda.

En un entorno inflacionario, se busca más rápidamente el intercambio del dinero por bienes, ya que solo a través de éstos puede mantenerse intrínseco el valor del dinero, puesto que el aumento salarial pausado, no corresponde con el aumento de los precios, resultando inferior el valor del dinero.

La forma en que la inflación se presenta es sucesiva:

En términos de magnitud la gráfica nos muestra los tipos de inflación que se presentan, pero más drásticamente puede llegar a presentarse una estanflación donde existe una recesión, es decir, un estancamiento de la producción y tasas muy altas de desempleo.

Ahora bien, la parte monetaria de la economía está basada en el dinero, el cual comprende medios de pago con cierto nivel de arbitrariedad, respaldado por activos financieros líquidos.

Querer mantener un stock de dinero constante significa aumentar la tenencia de dinero ya que la inflación deprecia el valor de este.

Así pues, tenemos que la parte acreedora de la distribución del dinero utilizado como medio de pago por la compra de bienes o servicios, será la parte que absorba la inflación, generándole un impuesto por la pérdida de capital debido al intercambio de producto por dinero.

Refiriéndonos a la política económica e inflación, los bancos centrales se fijan un objetivo de inflación, basada en un solo instrumento “la tasa de interés de corto plazo”.

Entendiendo la neutralidad del dinero, la inflación es un fenómeno monetario, que se refiere al exceso del crecimiento del dinero con respecto al crecimiento de la economía, una mayor tasa de crecimiento del dinero se traducirá a la postre en inflación.

Los movimientos exagerados de las tasas de interés, pueden provocar movimientos en los tipos de cambio, estancamiento o caídas de la actividad económica. Una tasa de interés menor aumenta el gasto privado porque abarata los créditos y en consecuencia afectará los precios motivados por una mayor demanda que generará inflación.

La inflación genera costos e incertidumbre, quizá los más afectados son los asalariados que conservan la mayor parte de su riqueza en dinero, dinero que se ve depreciado; consecuentemente la incertidumbre desincentiva la inversión provocando un estancamiento en la producción y en la generación de empleos.

La inflación moderada no dejará de existir, permitir algo de inflación es necesaria para provocar un efecto de lubricación en la economía, debido a que está sujeta a una seria de enfrentamientos sectoriales que necesariamente requieren cambios en los niveles de precios, dichos cambios provocaran un movimiento en las tasa de interés para estimular la actividad económica. Esta aseveración de lubricación no es concluyente ya que no se cuenta con suficiente evidencia, lo ideal dependiendo del país, es mantener una inflación positiva que permita la estimulación económica.

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