
Por: Javier Matías Hernández.
La defraudación fiscal es un delito con graves consecuencias. Descubre en este artículo su marco legal, sanciones y cómo la autoridad tributaria combate el fraude fiscal.
¿Qué es la defraudación fiscal?
Se conoce como defraudación fiscal o fraude fiscal a la evasión del pago de cualquier obligación fiscal por parte del contribuyente. Este delito está contemplado en el Código Fiscal de la Federación (CFF), específicamente, en el artículo 108, y puede ser castigado con multas e incluso con prisión.
Diferencias entre defraudación, evasión y elusión fiscal
Estos tres términos frecuentemente se utilizan como sinónimos, pero no son lo mismo; veamos sus diferencias:
- Defraudación fiscal: es el incumplimiento de la normativa tributaria mediante diversas técnicas fraudulentas, como la falsificación de registros.
- Evasión fiscal: se trata de ocultar ingresos o información con el objetivo de pagar menos impuestos.
- Elusión fiscal: es una práctica legal que aprovecha los vacíos o lagunas legislativas con el fin de obtener una mínima carga fiscal. En palabras simples, significa pagar lo menos posible sin dejar de cumplir con los requisitos legales obligatorios.
Defraudación fiscal calificada
Es importante mencionar que el delito de defraudación fiscal pudiera resultar más gravoso para los infractores si se tipifica como delito fiscal calificado, cuya pena aplicable pudiera verse incrementada en un 50%; ya sea por:
- Usar documentos falsos.
- Omitir reiteradamente la expedición de comprobantes fiscales; es decir, que —durante un periodo de cinco años— el contribuyente haya sido sancionado por esa conducta la segunda o posteriores veces.
- Manifestar datos falsos para obtener devolución de contribuciones de la autoridad fiscal que no le correspondan.
- No llevar los sistemas o registros contables a que esté obligado conforme a las disposiciones fiscales o asentar datos falsos en estos.
- Omitir contribuciones retenidas, recaudadas o trasladadas.
- Manifestar datos falsos para compensar contribuciones que no le correspondan.
- Utilizar datos falsos para acreditar o disminuir contribuciones.
- Declarar pérdidas fiscales inexistentes.
- Utilizar esquemas simulados de prestación de servicios especializados o la ejecución de obras especializadas ilegales.
Cumplimiento espontáneo
Resulta de interés considerar que no se formulará querella si quien hubiere omitido el pago total o parcial de alguna contribución u obtenido el beneficio indebido conforme a lo antes expuesto lo entera espontáneamente con sus recargos y actualizaciones antes de que la autoridad fiscal descubra la omisión o el perjuicio; o medie requerimiento, orden de visita o cualquier otra gestión notificada por la misma, tendiente a la comprobación del cumplimiento de las disposiciones fiscales.
Consecuencias legales de la defraudación fiscal
El delito de defraudación fiscal se sancionará con las penas siguientes:
- Prisión de tres meses a dos años, cuando el monto de lo defraudado no exceda de $2,236,480.00.
- Con prisión de dos años a cinco años cuando el monto de lo defraudado exceda de $2,236,480.00, pero no de $3,354,710.00.
- Con prisión de tres años a nueve años cuando el monto de lo defraudado fuere mayor de $3,354,710.00.
Cuando la cuantía de lo defraudado no pueda determinarse, la pena será de tres meses a seis años de prisión. Además, si se restituye de manera inmediata en una sola exhibición, la pena aplicable podrá atenuarse hasta en un 50%.
Prevención y cumplimiento fiscal para contadores
El cumplimiento tributario es esencial para evitar incurrir en sanciones y optimizar la gestión financiera de las empresas.
Para contribuir con esta tarea, es preciso implementar estrategias efectivas de prevención, gestión, control y reacción, tales como:
- Contar con un software especializado de gestión contable y fiscal.
- Definir un calendario de obligaciones fiscales.
- Realizar una planificación fiscal adecuada.
- Mantener registros precisos y actualizados.
- Realizar auditorías internas y externas.
Conclusión
Considerando las implicaciones derivadas de la comisión del delito de defraudación fiscal —las cuales pueden contemplar la imposición de sanciones económicas y de carácter personal (pena corporal)— es de suma importancia establecer las medidas de control interno de acuerdo con las circunstancias para evitar incurrir en este tipo de situaciones de manera involuntaria.
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