Tecnología digital en la determinación de impuestos directos e indirectos

Por: Dunstan Oriel Torres Hernández

La tecnología ha cambiado la forma como se gestionan los impuestos de parte del gobierno, pero también la forma como los profesionales realizan los cálculos pertinentes de los contribuyentes, ¿estás al día con la tecnología?

La recaudación de impuestos surgió para buscar e incorporar recursos. Es un sistema gubernamental que ha permitido recolectar los aportes monetarios del pueblo para destinarlos a la satisfacción de ciertas necesidades de carácter colectivo; en estricta teoría hacia educación pública, impartición de justicia, seguridad, hospitales públicos, infraestructura, servicios de vías públicas, programas y proyectos de apoyo al desarrollo social y económico: necesidades que una persona no podría pagar sola y que, en cambio, pueden atenderse con las aportaciones de todos.

En México el sistema tributario tiene dos componentes importantes: el marco legal —que define las reglas y figuras tributarias— y las técnicas fiscales —la fiscalización mediante el uso de comprobantes, el uso de tecnología, el cobro coactivo de multas y un padrón confiable de contribuyentes, entre otras— que se emplean en la recaudación equitativa, según los objetivos gubernamentales. Por lo tanto, un sistema impositivo moderno debe sujetarse a un marco legal y contar con los instrumentos necesarios para que la política tributaria adoptada por el gobierno sea eficiente y equitativa.

En una era en donde los avances tecnológicos surgen en apariencia semanalmente —si no es que todos los días—, las empresas de todo el espectro de la industria reinventan la forma en la que hacen negocios, por lo que varias doctrinas abogan por optimizar los procesos para el desarrollo de la actividad empresarial. Con ello se busca reducir al máximo el tiempo de cada tarea, así como agilizar los procesos de cálculo realizados por los trabajadores, automatizándolas y digitalizando los datos que antes se capturaban a mano.

La Cuarta Revolución Industrial está en marcha a nivel mundial: la digital, caracterizada por tecnologías convergentes que difuminan las líneas entre las esferas del sector físico, digital, biológico y de la industria; al mismo tiempo, transforma las expectativas y experiencias de clientes y empleados. El uso cada vez más extendido de tecnología blockchain, inteligencia artificial, aprendizaje automático y un sistema de almacenamiento en la nube están cambiando la forma en la que las funciones fiscales realizan actividades tradicionalmente intensivas de forma manual, como acceder y manipular datos financieros de origen para análisis, informes, cumplimiento y mejoras.

Cuando se asocia con los impuestos la automatización sorprende a muchos, pues en el pasado las empresas superaban estos problemas mediante la asignación de recursos. A medida que las disposiciones fiscales se han vuelto más complejas y las tecnologías digitales han transformado el entorno en el que operan los profesionales, la automatización fiscal se vuelve un proceso clave, pues contratar más personal no es una propuesta sostenible. En este sentido, uno de los objetivos de la automatización fiscal es minimizar la dependencia de los seres humanos para realizar tareas repetitivas.

Para la determinación de impuestos directos e indirectos los profesionales pasan mucho tiempo en torno al trabajo manual y repetitivo, ya que la recopilación y el procesamiento de datos financieros son tareas de nivel inferior que simplemente deben completarse antes de comenzar los cálculos. Así, las áreas de impuestos tienen que considerar formas innovadoras para la recopilación y procesamiento de los datos financieros, pasando de la manipulación y reconciliación manual a procedimientos analíticos y previsores para la toma de decisiones en tiempo real.

La automatización de procesos se está convirtiendo en algo común en las prácticas fiscales, ya que el software disponible puede imitar tareas físicas que no requieren comprensión humana, lo cual permite obtener datos detallados y precisos. Estas capacidades de transformación son aplicables en todo el ciclo de vida del área de impuestos: desde la planificación hasta la presentación de informes sobre el cumplimiento y las controversias.

La automatización fiscal puede parecer un gran salto para una entidad, pero en realidad es una oportunidad para apoyar al área de impuestos que consume mucho tiempo en hojas de cálculo complejas, mismas que pueden generar retrasos, discrepancias y brechas de cumplimiento.

Con una solución de automatización el equipo de impuestos tendrá más horas al día para agregar valor al negocio, permitiendo así tener personas con un nivel técnico más alto que exija más de los departamentos de impuestos. Por ello los líderes y profesionales que provienen de un modelo tradicional y estandarizado de la función de impuestos pueden requerir un reinicio completo.

Las habilidades tradicionalmente asociadas con un profesional de impuestos ya no serán suficientes —finanzas, contabilidad y derecho—, pues necesitarán adquirir versatilidad en la gestión de proyectos, el mapeo de procesos, las metodologías ágiles y las técnicas de innovación para volverse ingeniosos dentro del marco tecnológico.

¡Síguenos en Facebook!

Quizá te interese:

Contenido recomendado: 

Los comentarios u opiniones contenidos en los artículos publicados en Soy Conta, son responsabilidad de su autor, pudiendo ser distintos a los criterios dados a conocer por las autoridades fiscales; tampoco representan una asesoría, consejo o prestación de servicios de ninguna índole. 2018. Se prohíbe su reproducción total o parcial.

error: Content is protected !!