Características de las permutas de valores

Por: Luis Alonso Hurtado Colin.

Las condiciones de mercado que afectan el costo del dinero suelen ser volátiles y de comportamiento imprevisible que, aunado a los indicadores económicos y financieros, tienden a impactar desfavorablemente en la administración de las organizaciones o incluso del país.

Por lo anterior, el manejo de pasivos se vuelve un tema relevante para cuidar elementos como la liquidez y la disponibilidad de recursos para afrontar compromisos, necesidades y requerimientos cotidianos, sin la necesidad de incurrir en situaciones de alto riesgo en diferentes horizontes de tiempo.

Ante ello, la permuta de valores suele representar una alternativa para la gestión de pasivos, principalmente en condiciones de costos en el mercado y su duración, a fin de construir estrategias para la mitigar riesgos financieros relacionados con la liquidez.

En respuesta, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público da a conocer operaciones de intercambio de valores gubernamentales con inversionistas institucionales o creadores de mercado. El objetivo es que estos participantes —que fundamentalmente juegan un rol activo dentro del mercado de deuda en el país— encuentren opciones atractivas para participar en los intercambios de valores regularmente basados en títulos (como los Bonos M, consistentes en el derecho de recibir cupones periódicos a cambio del valor nominal de la obligación al término del contrato).

El objetivo del intercambio de valores es generar una nueva estructura de vencimiento con un plazo mayor sin la necesidad de contratar más deuda. Se entregan los bonos de vencimiento más próximos a la autoridad, quien entrega nuevos bonos con una nueva fecha de liquidación de contrato; así se garantiza que el desembolso del valor nominal no se lleve a cabo de manera inmediata y se preserven las condiciones necesarias de liquidez para atender las demandas de capital del aparato operativo gubernamental.

En el ámbito corporativo también se diseñan estrategias con base en permutas o intercambios de valores cuando se pretenden gestionar estrategias de financiamiento basadas en plazos de vencimiento y riesgos en condiciones específicas.

Una figura muy común en el ámbito corporativo es la denominada permuta de incumplimiento crediticio, o bien credit default swap; cuyo fin es garantizar una alternativa de acceso a créditos o fuentes de financiamiento que regularmente no podrían obtenerse por restricciones regulatorias o de costos elevados por condiciones de mercado.

Por ejemplo, una empresa que desea financiamiento ofrece una tasa competitiva en el mercado de interés que resulta atractiva para una entidad financiera de banca múltiple. Sin embargo, la empresa no cuenta con un grado de inversión suficiente por parte de una calificadora; considerando que el riesgo no es elevado, deciden contratar a una empresa líder en el mercado de seguros y fianzas con el objetivo de plantear un CDS; es decir, la aseguradora recibirá una parte del interés que cobrará la entidad financiera, siempre y cuando la obligada no incumpla su palabra de pago. De ser así, la entidad financiera ejecutará la permuta con la aseguradora, la cual entregará el monto nominal del contrato a aquella ejecutando las acciones de cobranza pertinentes con la empresa morosa.

En este último caso, se configura una permuta de incumplimiento crediticio y el intercambio garantiza que las condiciones de mercado sean confiables para realizar operaciones de financiamiento gestionando el riesgo de una forma estratégica.

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