Soluciones de financiamiento en el mercado latinoamericano desde las plataformas fintech

Por: Dunstan Oriel Torres.

Conoce cómo se ha desarrollado el financiamiento de este tipo en América Latina y sobre todo cómo funciona en México. ¿Quién puede aprovechar este tipo de financiamiento?

La revolución industrial fue un suceso histórico que tuvo una enorme influencia en la economía global y los modelos productivos. Estos avances dieron vida a nuevas formas de generar riqueza y a nuevos modelos de negocio muy distintos al rentista, predominante en la época, que dieron pie a la creación de valor y un florecimiento económico sin precedente. En este sentido, con el transcurrir de los años la evolución de la tecnología y la transformación del sistema financiero local y global se ha convertido en un tema central en las agendas de gobierno. Los sectores público y privado han realizado esfuerzos para elevar los índices de inclusión financiera, buscando sus efectos en la reducción de la pobreza, el desarrollo financiero, económico y social, y el fomento de la prosperidad compartida.

El ritmo acelerado del desarrollo tecnológico, especialmente a través de canales más recientes como el móvil, ha aumentado la sensación de que las empresas tradicionales se están quedando atrás. Esto ha ocasionado que las empresas de tecnología financiera identifiquen rápidamente las brechas en el servicio que han dejado las empresas tradicionales y han comenzado a llenarlas con ofertas atractivas, aprovechando lo último en tecnología para ofrecer mejores propuestas de valor a los clientes.

Evidentemente, la industria de los servicios financieros ha experimentado un cambio considerable, dado que las empresas tradicionales —que alguna vez fueron fundamentales para todas las relaciones financieras— vieron su relevancia diluida por las empresas del sector tecnofinanciero (fintech). Este término se refiere al uso de software y plataformas digitales para brindar servicios financieros a los consumidores.

Las empresas fintech funcionan también como intermediarias en otros ámbitos del mundo de las finanzas, como las transferencias de dinero, compra-venta de títulos o asesoramiento financiero y de inversiones. Si bien, estas startups se desarrollan en varios segmentos en Latinoamérica, el segmento de préstamos y financiamiento de capital es uno de los más destacados.

El crédito cumple una función en el desarrollo económico de un país y de las empresas: ayuda al crecimiento sostenido, constituyéndose como un agente multiplicador y de cambio en la economía. El resultado es un aumento de la capacidad de producción de un país y permite que exista un crecimiento económico.

La economía de América Latina sufre sustancialmente por su informalidad, la cual se presenta en dos formas principales: el empleo informal y el nulo acceso a fuentes de financiamiento por parte las pequeñas y medianas empresas (pymes). Según el Banco Mundial, las pymes en América Latina representan el 90 % de todas las empresas de la región y emplean a alrededor del 68 % de la fuerza laboral.

Dentro del contexto de la inclusión financiera, las fintech han tenido un crecimiento en Latinoamérica debido a los estrictos requisitos de suscripción y acceso a productos financieros de los bancos establecidos, que en la mayoría de las ocasiones excluyen a las pymes y a una gran parte de la población. En ninguna parte esto es más cierto que en América Latina, lo que da como resultado que exista una demanda reprimida y masiva de clientes que históricamente han sido excluidos del sistema financiero por las instituciones financieras establecidas, mismo que está siendo aprovechado por las fintech.

Debe señalarse que las pymes latinoamericanas y personas que no tienen una cuenta bancaria buscan obtener préstamos en el sistema financiero existente; sin embargo, la mayoría no cuenta con las garantías suficientes. La mala infraestructura crediticia ha provocado que los bancos, a menudo, sobrevaloren el riesgo, lo que genera comisiones y tasas de interés elevadas que hacen que las pymes y gran parte de la población excluida del sistema financiero no puedan acceder al financiamiento tradicional.

En relación con la problemática expuesta, las empresas fintech están imponiendo una nueva forma de mejorar las soluciones de servicios financieros, lo que las ha vuelto muy atractivas, pues tienen sistemas de calificación crediticia basados en algoritmos que analizan el riesgo crediticio de manera innovadora y ofrecen tasas de interés más bajas que los bancos tradicionales. Sin duda, esta propuesta ha generado que las pymes tengan acceso a productos y modelos financieros, ayudándolas a obtener capital.

La disminución en costos de procesamiento, almacenamiento y operación, así como las nuevas formas de determinar la identidad o capacidad de los clientes son características clave que han permitido a las fintech diseñar productos más accesibles para hogares y empresas de bajos ingresos. En años recientes, el emprendimiento fintech en el mercado latinoamericano ha crecido y ha atraído la atención de inversores y corporaciones internacionales: México, Brasil y Colombia encabezan la lista de países con startups dedicadas al sector.

Las organizaciones que están utilizando fintech para apuntalar negocios en la región incluyen al Banco Mundial; el organismo internacional está ayudando a los productores locales en América Latina conectándolos directamente con los mercados de América del Norte. Esta estrategia ha ayudado a eliminar intermediarios y pagar a los productores directamente, con lo que algunos proyectos han multiplicado los ingresos de los agricultores.

Si bien el incremento del acceso a la tecnología digital está permitiendo que las empresas fintech puedan atender a los segmentos excluidos por el sector financiero tradicional, se requiere la expansión y mejora en la infraestructura de telecomunicaciones para que la inclusión financiera se convierta en una realidad y que los segmentos excluidos puedan gozar de servicios financieros de calidad que respondan a sus necesidades. En este sentido, el sector fintech requiere tomar un rol de liderazgo en cuanto a la estrategia de seguridad cibernética, debido a que, en su entorno de proveedores y potenciales socios, existe la creciente percepción de vulnerabilidad ante ciberataques.

Si bien los países desarrollados con sectores financieros maduros tienden a estar a la vanguardia de la innovación, son las economías de mercados emergentes las que pueden beneficiarse de las innovaciones fintech. Las empresas de este sector son un componente para el desarrollo económico de Latinoamérica, ya que proporcionan la capacidad de identificar oportunidades comerciales y reunir los recursos necesarios para materializar las ideas, generando empresas con productos y servicios innovadores. Ello fomenta la capacidad de crecimiento en la región, lo que se traduce en la generación de empleos.

No obstante, es fundamental tener claro que la existencia de estos nuevos productos y servicios tienen que ser conocidos por los consumidores, y debe existir transparencia para que conozcan los riesgos y oportunidades.

defensa.

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