La Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR) contempla que los residentes en el extranjero que tengan un establecimiento permanente en el país están obligados a pagar el impuesto respecto de los ingresos procedentes de fuente de riqueza ubicada en México; o bien, aun cuando no tengan un establecimiento permanente en el país, deberán pagar el impuesto en México por los ingresos que obtengan de fuente de riqueza ubicada en el país.

En este orden de ideas, se ha podido observar que solamente pagan al fisco el ISR y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre el consumo aquellas plataformas digitales que han establecido una oficina en México, mediante la cual llevan a cabo la venta de bienes o servicios.

No obstante, lo anterior, el esquema de tributación tradicional pareciera dejar fuera a las compañías digitales, dado que ubican su domicilio fiscal en otro país o sus oficinas son virtuales, de tal forma que evitan el pago de impuestos en los países donde generan ganancias y, al mismo tiempo, complican su fiscalización a las autoridades recaudatorias.

El cobro de impuestos a las plataformas digitales en México podría requerir ajustes al sistema tributario vigente, según lo contempla la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y los países que integran el G-20, por lo que, de implementarse algún esquema de tributación en México, deberá estar en línea con dichos organismos para evitar un conflicto internacional.

La Reforma Fiscal para 2020 no contempla la creación de un nuevo impuesto para las plataformas digitales, sino que prevé que la recaudación se realice a través de un mecanismo de retención y registro para que calculen y paguen el ISR y el IVA, por lo que solamente gravará los ingresos que perciben los asociados (conductores, repartidores, etc.), ya que este esquema no considera las ganancias que las plataformas digitales obtienen en México.

Algunas plataformas digitales como Uber, Rappi y Cabify comenzaron a retener los impuestos de las ganancias de los conductores y repartidores desde el 1 de junio de 2020.

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